Lino Enea Spilimbergo

Figura, 1932

Lino Enea Spilimbergo nació en Buenos Aires en 1896, pasó sus primeros años en el barrio de Palermo.

A los 21 años entra en la Academia Nacional de Bellas Artes. Cuando viaja a París, descubre a Cézanne, Juan Gris, Picasso, Braque, Lothe.

Spilimbergo transforma el paisaje provinciano en una fiesta de volúmenes, de objetos en fuga, de perspectiva alucinante. En San Juan, trabaja como empleado del correo y sigue pintando. Con otros pintores, funda el taller de Arte Mural.

Recibe una influencia muy importante de Cézanne y toma contacto con el cubismo.

Lino era un artista poderoso, de cierta desmensura, que buscaba expresarse de distintas maneras aunque siempre bajo el dominio de la disciplina y la reflexion.